Para empezar con esta expresión se debe saber que es un conjunto de sentimientos que en realidad ameriten su presencia o realización, puede que muchas veces sean puntos extremos, es decir una extrema felicidad o una extrema tristeza, la mayoría de veces más inclinada hacia la tristeza porque en ella el hombre se ciega fácilmente y empieza a caer en un pozo que no tiene fondo, un vacío en el que no se presencia una cuerda de rescate, porque el pensamiento humano va ligado al propósito personal ,y a la hora de sentir lo que el otro siente, nadie pretende ayudar; por otro lado el camino a la felicidad es una chispa de energía ,resultado de una reacción armónica que pudo estar retraída pero luego ya no lo está; en conclusión una lágrima es un milagro del alma que no debe ser despreciada ni ignorada.
Luego de considerar esto, que no es más que una explicación, porque a la hora de llorar se sabe que el alma no va a diferenciar ni hará una valorización para decir- “¿En realidad debo llorar?” – porque no va a suceder; primero sólo se relaja el cuerpo exterior, se contrae el alma y junto con ella las viseras por que el llanto toma impulso desde allí, luego recoge todo el sentimiento hundiendo el vientre y se concentra en los lóbulos lagrimales, justo en los ojos... todos estos factores están allí y es cuando el ojo se cierra y las lágrimas fluyen... se ve que su color es transparente, por la pureza del lado sensible de una persona, su sabor es salado, porque en ella van muchas amarguras y su olor es imperceptible, parece que el sentido del olfato en ese preciso momento olvidara su función, o es porque una lágrima no tiene olor, aunque... puede que varias sí y en un frasco reunidas, pero como son tan valiosas y efímeras no se experimenta con ellas.
Junto con esas lágrimas, la piel puede tornarse roja porque en movimientos bruscos para limpiarlas y aliviar el desespero, podemos llevar a los ojos y a la cara: un pañuelo, la manga de un saco o solamente la mano, pero también para quitar los coagulitos que se hacen entre las pestañas tal como si fueran lágrimas cobardes que no quieren deslizarse por la cara sino quedarse ahí y no ser secadas, pero inconscientemente son secadas por nosotros mismos.
Puede que esos sean los pasos básicos pero cuando se trata de aderezarlos, existen gritos, gemidos, manoteos y clichés que siempre se verán; gritos de horror o euforia, quejos o gemidos, manoteos que distraen tanto y ensucian muchas veces el sentimiento, porque no son más que extremidades del cuerpo arrebatadas que se agitan rápidamente y se hacen con fuerza provenida del desespero, clichés como: -“Porqué me tiene que pasar esto a mí”-, -“No merezco vivir más”- o hasta culpamos a nuestro dios para que él sí valore nuestras lágrimas y evalúe si merecemos llorar, diciendo –“ Porqué me haces esto Dios”- como si fuera algo malo, es algo normal, así como reímos, lloramos, incluso es más especial porque para llegar a él suceden muchos cambios corporales y de comportamiento,sin duda más reales; para terminar, el llanto se calma, como se termina un espectáculo de magia, porque todo se termina sin darse cuenta y el hadeo que el pecho hace, es para calmar todo el cuerpo, las lágrimas se acaban, los ojos quedan irritados ,con un trazo rojizo en todo su borde y esa nada más es una pequeña marca que indica el haber llorado.
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