domingo, 22 de enero de 2012

Hueco

Dos de la mañana, estaba sobrio, y al lado del dj observaba como luces verdes se trazaban sobre las cabezas, veía también los destellos de las bolas de discoteca, inhalaba bocanadas de humo pero no se llenaba, besos iban y venían... él solo veía y se preguntaba si estas personas se llenarían, guardaba las miradas que le lanzaban, no se llenaba, ya ni siquiera su ego se inflaba.

En el lugar ya no había nada interesante, así que decidió tomar sus cosas para dar pasos tímidos y marcharse. En su oído se metían gritos de locura y descontrol, no se llenaba, a través de sus oidos tampoco se llenaba.

Eran ya las 2:30 de la mañana y en camino a buscar un taxi, taciturno trituraba las hojas caidas a su paso, las contaba a manera de juego, pero al final, el número no lo llenaba; luego contemplaba el cielo tratando de encontrar algo en las estrellas y no se llenaba, a través de su vista no se llenaba. Finalmente encontró un taxi que le cobraba lo justo, y escribiendo dentro del vehículo la presente nota, palabra a palabra... no se llenaba; luego al llegar a su casa en su cama, se acomodó de diferentes perfiles pero el frio de las cobijas descansar no lo dejaban, tomó una almohada, la abrazo fuerte pero a través de su piel nada lo llenaba, para terminar, cerró sus ojos y pensó que a diferencia de muchos días, en el presente día, el mundo no lo llenaba.

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