jueves, 9 de marzo de 2017

Sobre cómo la red y los "influencers" han afectado el mercado

Para nadie es un secreto que como individuos de la Revolución Informática la mayoría de individuos nos hemos convertido en generadores de contenido en cada una de las redes sociales con las cuales contamos. Todo el tiempo estamos recibiendo información y en algunos casos queremos compartir estos insumos con amigos o colegas; y filtrando o no los mensajes, a diario estamos en esta continua dinámica.
Lo que muchas veces desconocemos es que dichos contenidos, empiezan a tener un patrón y una recurrencia que termina generando una línea de contenidos propia. Ya sea que publiquemos “memes”, vídeos de gatos, o noticias fatalistas, dichas publicaciones están directamente relacionadas con nuestra marca personal y el material publicado da cuenta de quiénes somos y cómo queremos que el mundo nos vea.
Se podría decir que este acto de subir a la red estratégico o no, fácilmente puede crecer como una bola de nieve que corre cuesta abajo, y con el tiempo nos puede llegar a convertir en “influenciadores”/”influencers” al tener acogida por un número representativo de personas. Lo anterior tanto como para las personas de a pie, o inclusive para diversas industrias o sectores económicos que buscan permear las sociedades de maneras más personal y cercana con publicaciones diarias en sus redes.
Dicha bola de nieve, como he decidido llamarla, puede crecer al punto que lo que sucede es que estos “posts” se convierten en productos de consumo. Productos que llevan implícitos intangibles de la comunicación como un estilo discursivo, oral y visual específico de una persona y/o empresa. Pero un momento, ¿Estilo discursivo? ¿Oral? y ¿Visual? Como les había mencionado, con cada publicación intencional o involuntariamente optamos por temáticas, diversos tonos de voz para contar, formatos o narrativas, en las cuales hay una curaduría consciente o inconsciente que finalmente se convierte en un resultado en algunos casos únicos dependiendo la suma de éstas variables anteriores. Según la mezcla del tipo de contenidos se crea un sello personal que hace que grupos específicos de personas se identifiquen o quieran mantener el contacto con estos mensajes. El Estilo Discursivo no es más que una línea o tipo particular de comunicación que puede ser oral, escrito y/o visual. Como un Youtuber de 25 años que habla de manera jocosa y con terminología cercana a un adolescente, o una Diseñadora de Modas que postea imágenes en las cuales el color, los encuadres, los objetos, entre muchas otras cosas, da cuenta de los referentes que la influencian para crear que están hilados por algún rasgo en común.
Éstos actos generativos de información, automáticamente activan todo lo que nos rodea. Se ha venido logrando tal nivel de ruido, que quien publica se ha convertido en referente para quienes en un nivel profesional y laboral necesitan producir y crear cualquier cosa; pero sobre todo otros contenidos. Llámense comunicadores, publicistas, diseñadores, mercadólogos; entre otros, estamos valiéndonos de “influenciadores” para tomar como referencia sus: discursos, narrativas, estilos orales y estéticos; entre otros; bien sea para imitarlos, asimilarlos, e inclusive pedir ayuda directa de ellos para que los produzcan. Lo anterior teniendo en cuenta que ya cuentan con un público influenciable en cifras y que a ese “número de personas" va a ser más fácil llegarles por medio de éste influenciador en términos tanto de cobertura como de poder de persuación.
Es así como surgen campañas que se valen de estos individuos, aparecen comerciales inspirados en sus dinámicas de exposición, y se irriga los diferentes mensajes pensados por cabezas comerciales de marcas, productos y servicios. Con la red y los “influenciadores” se ha logrado atar a diferentes niveles la información para “linkear”con esa cotidianidad de los consumidores y con el entorno al cual están acostumbrados.ç
Para concluir es relevante decir que independientemente de la calidad de lo que se encuentra en la red, si algo o alguien logra tener acogida no hay nada que hacer. El mundo es tan amplio que para todo hay gusto. Hay que respetar esta libertad de expresión que ha permitido el factor inclusivo del internet y observar cómo puede cualquier contenido ser fuente de una cadena o planteamiento estratégico más grande. Es por esto que invito a las personas interesadas en alzar su voz, a que la alcen sin miedo. Se necesita gente hablando de todo aunque no lo creamos, porque con nuestras muestras activamos individuos, marcas e iniciativas. Poco a poco con el tiempo la popularidad de las marcas y de las personas será tan invaluable, que empresas empezarán a devorar a otras y con ellas una popularidad que puede ser contable gracias a las redes sociales. Total lo que quedará frente a esto, será innovar y estar a la vanguardia de los múltiples públicos objetivos que continúan mutando y naciendo día a día...

No hay comentarios:

Publicar un comentario